martes, 13 de noviembre de 2012

poesías 11


Encontré mi suerte
vagando a un lado del camino
se mantenía a flote
gracias al aroma de los pinos
no volteó a verme
pues me sentía muy desdichado
y me alejé y la dejé
como quién deja
una flor que se ha marchitado
ya no era un crisol
que relumbraba con cada astro
ni con cada súbito movimiento de la hez
como un gato,
se iba -me pareció, cuando de ella
yo desaparecía-
de un velorio
qué familiar! su angustia y la mía!





Para todos aquellos que lo vieron
cayó entre los árboles
rasgó, como un débil cirio rodando en la quebrada,
el denso bostezo de las sombras
muchos dicen que bajaba con alas
yo no pienso así
pero desde aquello
el boscaje forma
en sus altas copas
          un caprichoso tramado de huesos susurrantes 

                                                                                                           danhysick