viernes, 13 de julio de 2012

poesías 8


No es solo una especie de cataclismo
ardiendo sobre una vela
ni una rosa que se cuartea
sobre los labios en rigor mortis de la amada
son los efectos del camaleón
con su hilera de falos
acomodados sobre multitud de senos
es el apocalipsis 
en su última página
esperando continuación




Inclinado sobre las palabras muertas
que flotan en un lodazal
hallo dormidas a las hormigas
a medio comerse de las mariposas,
una araña sale a caminar
por el vientre de un foco roto
y un ave muerta
sobre las rocas se extiende plácidamente
como diciendo:
dejad que las moscas se acerquen a mi descomposición,
toda esta demente visión
lo paranoico que no me cuadra
la arboleda retorcida y atrofiada de mis páramos
como un mal sueño que oxigena la angustia
enfría el sudor que queda luego de la pesadilla




En los sombríos pasillos
y sobre las crujientes gradas
me parece ver fantasmas,
que sale de cualquier puerta
un cuerpo, como un velo
que se va a vaciar en los pliegues de la cortina
y sobre mis pasos me parece sentir el peso
de su eco,
mil torturas guardan a mi alma
en su tempestad
la sepultan! como sepultan a un catatónico
sus horas entumecidas





visión de un anhelo

Eres tan hermosa
por eso sonríes levemente
y desciendes apacible hacia la nada
tu mirada adormilada,
eres un fantasma
por eso eres tan hermosa
te doy toda la hermosura
que para mí es inconcebible amar,
eres solo una visión sin cuerpo, sin peso
sentada frente a mí
escondido el rostro bajo tus cabellos,
cubiertos tus brazos, pechos, muslos… corazón
por la cambiante estela de pensamientos
difusos rasgos de perfección,
divinamente sensual y poético
es el desliz sutil de tus dedos
al acariciar toda esta soledad
al calladamente observarme por fríos instantes
momentos tan obscuros y extendidos
en los que estremeces mi alma con tu mirada,
cuando con voz vaga y calma
me dices lo que sé vas a decir
y que deseo escuchar de alguien como tú, como
tus ascensiones al paraíso del sopor;
cuando aún sigues sentada frente a mí
fría, helada, hermoso anhelo
pierdes tu vista alejándola de mi ser
hundiéndola en el tembloroso brillo
del rocío que reposa en las ventanas
con un suspiro que lo abandonas
a tu lejano mirar entre la niebla de mis ideas;
en este triste ambiente
y con el último parpadeo de vigilia que me queda
desapareces de mi funesta presencia
mientras me adormezco frente a ti
sentado en la penumbra
a la compañía de un hermoso fantasma


                                                                                                                                       danhysick