visiones
Se ve
descender, entre la arboleda,
velando de un
oscuro presentimiento la tenue iluminación de la luna,
un eco o un
susurro que resplandece y espanta
que inicia en
el corazón una contracción mortal;
figurándose
mis ojos sombras por todos lados
qué lugar o
qué rincón es tan hostil y profundo
como para
refugiarme del avance de esta maligna presencia?
o qué fe
brillará para mí al cerrar los ojos
y esperar el
golpe brutal, seco y único, que hundirá mi cráneo?
la niebla
pasa meciendo las cortinas
y tragándose
el aire de los antiguos decapitados,
se mece en la
colgante y empolvada lámpara de cristal
una suave
risa y sobre ella brillan flamas rojizas
y no sé qué
turbio vapor de hollín, de alargadas formas puntiagudas,
se desplaza,
acariciando obscenamente los oníricos retablos;
qué es este
rasguñar subterráneo y el pesado arrastre
de dolencias
que se acercan, de la nada, hacia mi espalda?
mientras se
abre un abismo en debajo mío
siento el
áspero consuelo de las hadas blandirse,
con irónica y
maligna mirada, sobre mi cercenada cabeza
que cae,
rodante, hacia un fulgor de azufre
alma
de espíritu infinito
Cuando clavo
mis serenos desvelos en tus facciones
en pos de
transcribir poéticamente, en mis deliberaciones,
los secretos,
donaires y enigmas de tus encantos,
vastos y
confusos como un sueño,
un delicioso
aroma de cansancio me aturde placenteramente
y coloca un
límite prudente y sensato
al recurso de
la prosa y rima lírica
ya que, para
qué traducir al conocimiento, a veces frágil y torpe,
la sublime
esencia de la belleza arcana y
la serenidad
astral que confluyen hacia ti
como
odaliscas sempiternas de la gracia vital
en un
opulento derroche de misticismo y soberbio encanto gótico?
para que
precisar argumentos filosóficos o teológicos
a la
perfumada lluvia de brisas irisadas que,
al agitar de
tu cabello por las orillas del horizonte azul y pálido,
dan magia a
los bosques y fulgores paganos a las cavernas?
con la
tristeza del perfume de los campos en otoño
siento la
afable caricia con que tu tierno silencio
me sorprende
en una gris mañana
sobre el
estante donde anidan tus suspiros
contemplando
aún tu retrato en mi mente
mientras los
soplos fríos del alba
borran mi
huellas del rededor de tu lecho
coloquio
funeral
Has venido
sola hasta acá? –pregunto a quién, a la distancia
contempla el
cortejo fúnebre que avanza cargando al occiso
sí –me
responde acercando los vientos frescos de la tarde lluviosa
y por qué no
me has avisado para acompañarte? –indago
es que ni
siquiera te conozco sino hasta ahora –me dice
pero sí me
conoces, me has conocido desde siempre,
he estado en
tu desolación febril
allí
refundido entre muchos, acompañándote en silencio –digo
mientras
inmóvil, fija mi vista en la ceremonia,
a su
melancolía ofrezco lo que es mi existencia
y al
descender la caja de ébano en el nicho
me dejo
quebrantar el espíritu por el deseo
te volveré a
ver? –pregunto retorciendo el brillo ahumado
que gira
sobre mi innecesaria presencia en el sepelio
quizá, cuando
habrá otro funeral? –me pregunta elevando su pecho
compungido
por los sollozos ajenos
no lo sé, tal
vez pronto, cuando dance de nuevo mi gato negro, por qué? –interrogo
es posible en
esa ocasión, en otro funeral, sólo allí –dice
y sus cabellos
remojan sus mejillas lívidas y plateadas
y por qué
sólo en los funerales? –medito a su oído delicado
por que allí
luzco estos vestidos, los que engalanan estos tristes
acontecimientos,
no te gustan? –interroga mientras su vista
sigue a la
bella doliente a quien trata de seducir indecorosamente
con el morbo
de su palidez y la seducción de su figura bajo la lluvia
sí, son
hermosos, tan trágicos y lúgubres,
pero por qué
no en otra ocasión? –pregunto
a la vez que
sigo los exquisitos rasgos que marcan
el perfil de
su rostro y de su busto
porque en
cualquier otra ocasión me visto como los demás
y me confundo
en ellos, y al reflejarme en alguna carroza de cristal
ni yo misma
me reconozco –responde buscando mis ojos mojados
que serena y
ansiosamente la contemplan de pie entre las tumbas
y por qué lo
haces entonces? –interrogo y siento en mi aire
un temblor de
frenesí y adoración a su obscura atmósfera
para odiarme
–dice reposando su mirada en el infinito viaje
de las almas
sepultadas– por hacerme daño, sólo por eso –y yo
me imagino
yaciendo en su pecho sobre este césped de miasmas
danhysick
danhysick
en tu poema visiones, no me cuadra bien la frase: mientras se abre un abismo "EN DEBAJO MIO" es incorrecto...
ResponderEliminarpero por lo demás dale va bien...
es posible que esté incorrecto (incluso yo me he detenido muchas veces sobre aquella frase) pero lo que pasa es que me gusta como suena, aun tengo visiones muy sublimes cuando releo aquel pasaje, quizá cuando pase el efecto lo cambie o lo modifique, cualquier cosa
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