Aunque lo niegue
este día, como todos los que recuerdo, apesta
y todo mal olor
me los trae a la memoria
qué me lanza la vida a las manos?
flotando sobre la tibiez de un desmayo
se despeja la mente de tanto gusano arácnido
lo que oigo son retazos de cielo
caer aparatosamente, como guillotinados?
hojas en blanco grapadas sobre mis collages
mi alegría, alguna vez alborotada,
puesta en hielo y con algodones en los ojos
queda, es, levantada, el corazón, un ápice
Inconscientemente
día tras día
camino el mismo camino
y al final
regreso, sin darme cuenta,
al inicio
para volver andar lo andado
tropezar en las mismas piedras
y sufrir lo ya sufrido,
la miseria de siempre
puesta en nuestro plato
con diferentes formas, como una broma
y cierta sangre
- debe ser la mala -
me absuelve cuando ya no tengo estómago
para digerir todo lo mío
Recoge la siembra del día
y haz con ella un bálsamo
para aromar tus bellas muñecas
que más bellas son
con esa larga tajadura cruzando cada una,
gloriosa dama sobre sabanas en blanco y negro
ni un alma cruza por el escaso cielo de tu alegría
es más, cruje, en un millón de puntos
una gota de silencio
Oh, misteriosa mujer!
aquella viva fuerza de tu mirada!
llegar a ti
siguiendo el hilo que une tu alma
a mi alma
y me brindes lo que bebes,
recojo los pedazos que se te caen
- las fobias que vomitas -
los pongo en frascos con alcohol
que mezclo con esencias de jazmín, de abedul
de toda fragancia preciosa
y se torna en fábula la flagelación
cuando cada pedazo se carga de un lívido color
y alguno cae, soñoliento, en la fragmentación;
con el cabello anhelando sufrir una orgía
convénceme ingenuamente
de que los alacranes apostados en el prado
no se prenden de tu cuerpo mientras duermes
y despiertas intranquila sin saber porqué
movida los bucles a un orden extraño
En mis desvanecimientos
las horcas abundan
aún manan algo de calor
algo de desgarradora presión
y en su sombra oscilante
yace mi historia
a trozos desiguales
mientras calle abajo
por la escarpada vía
rueda como un bulto
la vida
porque aquí se lanza a la fosa común
incluso a los que aún respiran
Qué más hacer
si luego de hace mucho
haber caído sobre las vértebras
y no levantarme más
ya comienzo a notar
que cada vez mis costillas
quedan más altas
sobre el hueco cada vez
más hondo de mi vientre,
y aunque nada
por el momento me sacude el ánimo
y las hierbas pronto me cubrirán del todo
como entretenimiento único tengo
recordar mi caída aparatosa
y los errores que me llevaron a ello
o preguntarme: a quién alimentaran mis restos?
y con gran suerte acertar
en el conteo final de mis postrimeros segundos
porque es dulce
sentir como el corazón
se detiene lentamente
hasta quedar en pausa permanente;
una contracción involuntaria
anima a la sangre
a un último estertor
danhysick
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